Cielo negro de furia y tormenta desatada,
prohibición milenaria descargando su ira
abominación bíblica castigando dos pobres almas
con la desesperanza de náufragos a la deriva.
Mares turbulentos cuajados de brechas abismales,
sociedad toda conmovida hasta sus cimientes,
ráfagas judiciales blandiendo pesados expedientes,
procurando evitar con el estigma lo ya inevitable.
Un luminoso rayo atravesando las tempestades
y entonces el cielo separó luces de las tinieblas
.¡Aleluya...!, estaba naciendo el amor pasional,
y Dios vio que eso era bueno.
El ansiado amanecer fluía desde el horizonte
y anidaba en el corazón de los náufragos dolientes
Era sed de amor visceral, digno, puro, consistente
y Dios vio que eso era bueno.
Un islote de paz los ha recibido en sus doradas arenas,
y un cielo ahora tibio cobija los descarnados cuerpos.
Sobrevivir será el desafío en lo adverso y las penas
pero ambos están totalmente dispuestos a eso.
Defenderán hasta con la vida ese amor eterno,
vencerán pese a los denodados esfuerzos del infierno,
harán honor a ese gran amor que les regaló el cielo
sabiendo que Dios vio que eso era bueno.
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